sábado, 25 de octubre de 2008

POEMA DE LILIANA VARELA

"la azucena perdió el candor
y se afirma en el "no" que la sublima"
Elisabet Cincotta


Vírgen de penas me halló tu huella.

Como Atila no quedó vida tras tus pasos,
se desprendió el corazón e intentó seguirte
retornando agónico al vacío establo.

Sublimada queja, fui risa entre cientos
refucilo en el gris espejo
canción de cuna-campanilla al viento.

Abierta al cielo enraicé el dolor
coroné de soles los labios
vestí primaveras
bebí alegrías
pinté estrellas

/y logré llorar.


Liliana Varela

viernes, 3 de octubre de 2008

CON LOS TÍTULOS DE VARIOS POEMAS JORGE ERGASTO "POETERO" ESCRIBIÓ

Hay dos ritmos picoteando, el ánimo dibuja en dúo
uno es son que te ilusiona de mesas,sillas y pistas
el otro...en lugar de la oreja precisa solo los ojos
y un receptor colorado y un dejarse ir de a poco
como cayéndo de pera en la alfombra de unos hombros.
Cada uno de ellos deja su huella y marca profunda
casi una necedad decir... tal muesca o mejor la yunta.

Si un epitafio eligiera condena de humor sería

aquí yace el que vivió muriendo en cuanto podía
se suicidaba de a ratos
de ayeres hecho tranvías
se envenenaba de amores y un vendaval de preguntas
lo enterraba en cada pena en cada adiós cada posta
donde volcaba acoplados, presentes de ingrata ruta
en cada después ausente, en cada casi de angustias.

Me reconozco en la lluvia, pues lluvias soy -eso sabes-

a veces garúa fina y otra veces un diluvio
ora tormenta rabiosa e inútil como un enojo
si comparo rayo y boca reclamando los amores
esos, los que ya sabes se doblan como los álamos
y hay un milagro de roble donde tallo otro epitafio
y es milagroso ese rezo donde tizo sin quebrantos:
el que pulió sinsabores con la lija de unas manos

que al verlos supo un espejo mellizo sin ser hermano,
aquí yace sí, por fin, el por su gusto enterrado
el que ha de volver un día tan solo de entusiasmado
por la bella que a su bestia tenga un beso a buen recaudo.

Jorge Ergasto-Poetero