Clickea sobre el título para conocer a Liliana VarelaDesde un broli se revive el tango reo
La Cincotta zigzaguea entre las tintas,
y se abren las puertas del boliche:
el chamuyo se apodera de la pista.
Minas, mishes, cafishos y percantas
hacen pierna en las letras de la Elisa,
firuletes de engrupidas bataclanas
son la chapa de esta genial artista.
Hasta el punga sofrena su laburo
para otear a la nami que lo escribe
y se pianta un lagrimón a los bacanes
¡Es que el tango con la Cincotta vive!
Liliana Varela
La Cincotta zigzaguea entre las tintas,
y se abren las puertas del boliche:
el chamuyo se apodera de la pista.
Minas, mishes, cafishos y percantas
hacen pierna en las letras de la Elisa,
firuletes de engrupidas bataclanas
son la chapa de esta genial artista.
Hasta el punga sofrena su laburo
para otear a la nami que lo escribe
y se pianta un lagrimón a los bacanes
¡Es que el tango con la Cincotta vive!
Liliana Varela
Si alguien escribió versos
en el malevaje orillero del poema
fue la mireya-rubia poeta bonaerense
diamante pétreo que respira la pasión
de la mina oro y plata
tras las letras de un tango dulzón.
Ese alguien que asoma la ñata
entre alelíes y amapolas
escribe-vive la poesía del zanjón
alumbrada por los faroles de sus ojos
que invitan a tanguear.
Lili (humildemente a la Elisa)
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